Hoy arranco el post con una foto, que efectivamente vale más que mil palabras.
Lo que veis sucedió en Corral de Almaguer (Toledo). Fue hace ya más de un mes que dieron aviso urgente a la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) de que allí había un gato herido de gravedad, atravesado de parte a parte por una flecha.
Hay que ser un monstruo para hacer algo así. Y por desgracia hay demasiados monstruos semejantes caminando entre nosotros por la cantidad enorme de casos de maltrato animal que se dan continuamente,
Como comenta Conny Duarte, responsable de denuncias de ANAA: “Recibimos mensualmente decenas de denuncias de maltrato, muchos de ellos no tipificados en la ley como delitos, faltas o infracciones administrativas por lo que en muchos casos debemos recurrir a la vía de la educación y concienciación, y en aquellos que si están contemplados en la legislación vigente presentar las respectivas denuncias”.
Guillermo Tell, que así han llamado al gato rescatado, está a salvo y recuperándose de sus heridas en el Centro de Adopción de ANAA. Ha tenido mucha suerte y ahora espera su segunda oportunidad, una familia que lo adopte. Cuentan que pese a todo por lo que ha pasado es sociable y muy noble.
Pero la cosa no va a quedar así. Aunque no tenía chip, ya hay una denuncia en curso ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de Toledo.
Además ANAA ha solicitado al Ayuntamiento “la adopción de medidas para informar a los vecinos de los hechos ocurridos, de que los mismos son constitutivos de delito, de las sanciones contempladas, de que dichos actos además están prohibidos y sancionados por la Ley de Protección Animal, así como la Ordenanza Municipal; solicitando además que se inicien campañas educativas y de concienciación que ayuden en la prevención del maltrato y la violencia hacia los animales”.
En la protectora siguen a la espera de una respuesta por parte del consistorio municipal.
Es importante recalcar que actos como estos generan una alarma importante en la sociedad en general y especialmente entre los vecinos, así como una preocupación por que actos como estos no vuelvan a suceder y un gran interés por que los responsables sean identificados y sancionados según la legislación vigente. Esperamos que esa misma preocupación e interés se demuestre por parte del ayuntamiento.
Por cierto, hay dos nuevas formas de ayudar a ANAA, una asociación que consigue 2.000 adopciones anuales, además de las habituales de asociarse, apadrinar, acoger, comprar en su tienda, ser voluntario…
Una es este evento durante este mismo domingo:
La otra es comprar, para leer uno mismo o regalar a alguien, Galatea, la novela de ciencia ficción que he escrito y que justo sale mañana a la venta por 14 euros. La mitad de los beneficios que genere irán destinados a esta asociación de la que procede Troya. Allí adopté hace más de diez años, con leishmania, el cuerpo plagado de perdigones y en los huesos, a la abuelita de quince o dieciséis años que ahora tengo en casa.
Aquí y aquí tenéis más información sobre la novela, aunque prometo os contaré pronto más en profundidad sobre ella.
